Una verdadera tragedia moderna donde el pueblo, cansado de patalear por todas las medidas impuestas por los mismos organismos financieros de siempre, ahora posiblemente caen en la resignación de aceptar la realidad económica o seguir en forma autónoma. Viejo idealismo político donde se entrecruzan una serie de males y vicios políticos que a la larga pueden resultar peligrosos, ora irse con la derecha, ora con los izquierdosos más extremos. No existirá un término medio donde predomine la falta de ambición monetaria y el pueblo griego vuelva a sus orígenes democráticos y los más sabios lleguen a la conclusión que no todo puede ser subastado endeudando hasta al bisnieto?
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